DÍA DE LA DIGNIDA, UNA CORNADA MORTAL AL NEOLIBERALISMO POR PARTE DEL PODER POPULAR



4 de febrero de 1992

Es inevitable encontrarnos cada 4 de Febrero sin sentir en el palpitar de nuestros corazones y en los destellos de nuestra conciencia de pueblo victorioso, como se asientan los firmes cimientos en los que se ha venido construyendo la Patria Nueva: la de Bolívar, la de Martí, la de Chávez, la de las y los venezolanos, la de Latinoamérica y el Caribe, y por qué no, del mundo.
Elizabeth Matherano vocera mac Trujillo
Patria Nueva que nos lleva a la construcción del socialismo; al estado comunal, donde el poder es ejercido directamente por el pueblo a través de los autogobiernos comunales, con un modelo económico de propiedad social y de desarrollo endógeno y sustentable que permitirá alcanzar la suprema felicidad a las venezolanas y los venezolanos en la sociedad socialista
Glorioso día el 4 de febrero de 1992; aquel en que nuestro Comandante Supremo lideró la Operación Zamora donde alrededor de 2.300 efectivos militares –300 oficiales y un poco más de 2.000 soldados, portando una banda tricolor en el brazo– fueron movilizados para deponer al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, que regresaba del foro económico de Davos (el foro de negociaciones más importante del mundo),  donde, paradójicamente, los participantes acababan de escuchar del Presidente venezolano, su invitación a invertir en “su” país. Momento en la historia en que se marcó el punto más alto de las luchas sociales y políticas acontecidas entre 1989-1992.
Ese 4 de febrero de 1992 forzó la muerte del ya agónico Pacto de Punto Fijo, agonía que se había iniciado en 1989, tras la explosión social, ahogada el 27 de febrero por Carlos Andrés Pérez con fuego y muerte, evento conocido como “El Caracazo”; día en que el pueblo demostró que sigue siendo el Bravo Pueblo de Bolívar que merece respeto.
Allí germina la rebelión armada en contra de un gobierno corrupto y vil que había olvidado al pueblo por completo. Llenos de patriotismo e ideales un grupo de militares se involucra en la rebelión del 4 de febrero. Hugo Chávez, Joel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas, Jesús Ortiz Contreras y Jesús Urdaneta Hernández. Estaban conscientes que debían intervenir para evitar que se siguiera destruyendo al país.
En ese momento el modelo económico que tomaba mayor impulso era el neoliberalismo, estructurado bajo el auspicio del Fondo Monetario Internacional, marcado por varias medidas asumidas por Pérez, pero que en nada mejoraban la economía venezolana. El economista Juan Carlos Morales, recuerda que ya para 1983 la economía del país presentaba serios problemas, reflejados en la devaluación de la moneda.
El descontento del pueblo, la crisis política, económica e incluso moral se hacía cada vez más fuerte al inicio de la década de los noventa. Este grupo de militares con sentido nacionalista afinaba detalles para buscar alternativas al panorama negativo existente en esos días. En 1992 la rebelión cívico-militar tenía fecha: 4 de febrero.
Se da el estallido militar de oficiales de mediana jerarquía en varias ciudades del país: Maracay, Valencia, Maracaibo, Miranda y Distrito Federal.  A pesar de no haber cumplido sus fines inmediatos, esto marcó en el país la sentencia de muerte al modelo político de la Cuarta República. Aquel día Hugo Chávez, en compañía de un grupo de militares, asume públicamente su responsabilidad y ante las cámaras de televisión se dirige a los venezolanos y pronuncia:
"Compañeros: lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados (Â…) vendrán nuevas situaciones".
Todos conocemos y tatuamos en nuestra conciencia y corazón, estas palabras de aliento y esperanza.
Ciertamente el reconocimiento de una derrota militar, pero que fue convertida en una victoria política histórica. La oportunidad que se le dio de dar un mensaje para reconocer el “fracaso” del movimiento insurgente –que identificó bolivariano-  como parte de las condiciones para su rendición, fue aprovechada por el Líder para enviar un mensaje de trascendentales consecuencias políticas, mensaje que hoy sigue impulsando los cambios necesarios que nos llevan por el sendero de un nuevo modelo político–económico que nos garantizará la independencia económica, la libertad plena, la igualdad entre las naciones, la paz mundial y la supervivencia en el planeta: El Socialismo.
Es momento para rendir homenaje al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200,  heroico y glorioso y a su Líder, nuestro para siempre Comandante Hugo Chávez; a sus compañeros patriotas, ejemplos a seguir por su compromiso revolucionario, su determinación y su valor en la lucha. Sus actos son muestra de fuerza, de justicia, de amor y de respeto.
Nuestro Comandante Hugo Chávez un 4 de febrero de 2011 afirmaba: “El 4 de febrero de 1992 dotó a la nación de un objetivo estratégico en lo político: la nueva democracia y anuló la validez de los viejos planteamientos de todos los partidos existentes”.  Cuan cierto y cuan valioso el hecho de que el pueblo haya entendido el mensaje y estuvo preparado para 1998, cuando elegimos para siempre alzar el vuelo sobre las alas del Cóndor Latinoamericano hacia cielos de horizontes claros y de promesas de una utopía posible: El Chavismo.
4 de febrero, Día de la Dignidad Nacional; el día que el pueblo inició el camino a la   reivindicación de sus derechos. Un camino que ha rasgado los muros invisibles de las fronteras geográficas y ha impulsado las revoluciones y movimientos liberatorios en Latinoamérica y ha estimulado la integración y la unidad entre países con anhelos de libertad plena. Así, la revolución ciudadana en Ecuador. La revolución campesina en Bolivia. Paraguay, Uruguay, Argentina, Nicaragua,  Haití… Cada uno con su visión del socialismo.
Hoy, a 22 años del glorioso 4-F, estos propósitos de integración y unidad en marcha, se ponen de manifiesto en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desarrollada en Cuba, donde todos los países del continente americano, con excepción de Estados Unidos y Canadá, se dieron cita para demostrar al imperio que la unidad tantas veces invocada por Bolívar y Chávez, Fidel y los más frescos líderes revolucionarios de América mestiza, está tocando los redobles de muerte a un imperio que se derrumba inexorablemente ante el empuje de los pueblos libres y por liberarse en nuestro continente.  ¿Por quién doblan las campanas…? 
Articulo por Elizabeth Matherano 
voceras de los MAC-TRUJILLO